El 2020 fue un año muy particular para el mundo. Un año que nos cambió el panorama, los planes, las ideas, los conceptos. Un año que nos acercó a la muerte, al miedo, a la reflexión, y un año que nos golpeó con muchas pérdidas humanas que son irreparables, pero también inevitables. Este fue un año de los más difíciles para la humanidad y un año que quedará grabado en la historia y en nuestra retina y corazón.
Desde que empezó la pandemia, y mucho más con el shock del inicio, escuché constantemente (de mí y del resto de personas) deseos de cambio. Frases como “ojalá seamos mejores personas”, “ojalá valoremos realmente lo que importa”, “ojalá aprendamos”, como si todo esto fuera un castigo del cielo. Y no sé, probablemente lo fue.
¿Somos mejores? No sé. ¿Valoramos lo que realmente importa? No sé. ¿Aprendimos algo? No sé. Y no sé porque creo que ese es un proceso individual, personal y único, y es una evaluación que cada persona deberá hacerla en base a sus prioridades, sus realidades, sus mochilas y su mundo.
Lo que sí sé es que durante este tiempo tan difícil, el amor encontró formas de hacerse ver, de hacerse notar. En realidad, siempre estuvo ahí, presente, en la sola posibilidad de la libertad, del camino sin trabas, del abrazo, del beso, de la cercanía y ahora, con estas imposibilidades, nos permitió conocer otras facetas que no habíamos podido ver antes.
Y de eso es de lo que les hablo en este episodio, porque más allá de la tristeza profunda o la felicidad ciega, quiero compartir con ustedes esos momentos que creo que nos llegaron a conmover y que nos remitirán a este convulsionado año que nos puso de frente con la fe, la resiliencia, la esperanza, la paciencia, la solidaridad, la familia, la salud, las desigualdades y, por supuesto, el amor.
Gracias por haberme acompañado durante estos primeros 19 episodios que me han puesto de frente con muchas sensaciones, sentimientos, miedos, carencias, habilidades y debilidades que espero seguir viviendo y sintiendo durante muchos episodios más.
¡Conoce más de lo que hablamos en este episodio!
- Ya sabes mucho de mi, pero por si quieres saber más de esta idea y de mis antecedentes, puedes visitar https://quetaldeamores.com/about/ o seguirme en mi cuenta personal de Instagram.
- Hay muchos momentos de los que hablamos en el episodio, te dejo algunos de ellos para que puedas recordar (o ver por primera vez, quizá) qué fue lo que pasó:
- Bendición del Papa Francisco con el Vaticano vacío; (más allá de que seamos o no católicos, fue un momento de mucho impacto).
- Vecinos celebran el cumpleaños 80 de su vecina en medio de la cuarentena
- Los animales se toman los espacios de los humanos
- Niñas juegan tennis de terraza a terraza durante la cuarentena
- Volveremos a brindar: Video con algunos de los momentos que mencionamos en el episodio.
- Fui una de las miles de personas que se quedaron varadas fuera de su lugar de residencia o país. En mi caso, estaba en Ecuador con mi familia de origen, así que la situación no era la misma que pasaron miles de personas en hoteles, aeropuertos o en cualquier sitio. Sin embargo, mi marido, mi perrita y mi casa están en Buenos Aires y volver era mi prioridad. Mi situación migratoria lo permitió y volví en este vuelvo charter privado, un 12 de abril de 2020. Cumplí una cuarentena en un hotel del barrio Retiro, y mi entretenmiento fueron los libros, la tele y las historias de Instagram. Les dejo todo el trayecto, desde antes de subir al avión hasta el momento que llegué a mi casa:
¡Nos escuchamos en el 2021!
Un abrazo,
nicole